jueves, 15 de enero de 2015

La especie humana sobre mis dos piernas




la última espera



a veces cuando preguntaba
sobre esos puntos de luz
que aparecen sin orden con la noche y los grillos
a veces cuando mi voz temblaba oscura
bajo el cielo de noviembre
mi padre a veces sabía contarme
que los astros eran unas naves lejanas
que atravesaban los canales de la galaxia
para decirnos sin más que la espera tenía un fin
que no éramos los únicos luego del estallido primero
ese que nadie se atrevió a escuchar
miles de naves espaciales aproximándose
con esa lentitud que tiene el viento
para darle forma a las rocas

pero a veces cuando las preguntas
comenzaban a caer de mi boca de niño
como esas estrellas que portan un fugaz deseo
mi padre elegía cerrarse en el silencio
hasta hacerlo crecer entre las nubes
entonces el planeta suma de océanos y de tierra
se perdía para siempre en el barro de su soledad


*

conquista del secreto

ahora luego de haber posado
toda la especie humana sobre mis dos piernas
doy el primer paso a la conquista
y comienzo a suprimir con el índice
el nombre originario de las cosas

como en un remoto juego las letras
deben alzar cruces ante mis ojos
y las palabras forman un cementerio del futuro
donde una civilización elegirá resistir
desde el desierto negro de las piedras
desde la lengua rota de las espinas
desde la boca cerrada de las cuevas
resistir toda la invasión
con el último trago de agua en la garganta

porque la conquista solitaria del silencio
sin gritos de sangre ni cuerpos como trofeos
es como capturar un secreto que finalmente
resulta demasiado grande para nuestros oídos

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